LENGUAJE DE LA RADIO

Así se habla en la radio

Al contrario que la televisión, la radio no nos muestra las imágenes de los hechos, sino que nos las sugiere. Para conseguir que nuestra mente represente lo que está pasando, de la forma más realista posible, la radio necesita 4 elementos: la palabra, los ruidos ya sea en forma de efectos sonoros o como ambiente, la música, y el silencio.

La palabra

La palabra, la voz de alguien que nos cuenta algo, es ya suficiente para encender nuestra imaginación. Pero para que tenga surja el efecto de deseado de incitar a la escucha hay que respetar algunas reglas o técnicas. De otro modo, puede que el oyente se aburra, o simplemente se distraiga con otra cosa.

  • Escribir de una forma clara y concisa. Usar frases simples, con una estructura básica: sujeto - verbo - predicado. Huir de las oraciones subordinadas y convertirlas en 2 simples.
  • Vocalizar. Las primeras veces que nos pongamos ante un micrófono siempre nos va a dar vergüenza, pero debemos intentar no correr y tragarnos las sílabas. Todo lo contrario, hay que pronunciarlas claramente, ya que el oyente no dispone ni de nuestros gestos, ni de nuestras manos, para ayudarse a entender en mensaje. Un buen ejercicio es leer un texto mordiendo un lápiz, lo que dificulta la movilidad de la lengua, y luego repetir la lectura, esta vez sin obstáculo.
  • Entonar. Hay que respetar cada signo de puntuación. Los puntos y las comas nos ayudarán a respirar y también a resolver las frases de forma adecuada. Muchas veces, incluso en medios nacionales, oiremos a locutores que resuelven cada dos o tres frases, bajando o subiendo el tono: es lo que se denomina cantinelas. Las podemos evitar, intentando leer un texto como si fuéramos extranjeros; franceses, británicos... y luego, leyéndolo sin ningún acento.
  • No correr / Ni dormirse. El ritmo. Cada información o cada programa puede tener un ritmo diferente -no hay más que oír a los locutores de deportes, como van de rápidos-, pero lo cierto es que ni hay que ir tan rápido que no se nos entienda, ni languidecer hasta aburrir.

Música

Una música adecuada va a ayudarnos a captar al oyente y a anclarlo al mensaje que le queremos contar. Pero además, nos puede ayudar a organizar lo que queremos decir, o proponerle un ambiente sugerente que le ayude a imaginar una situación. 

Funciones de la música en la radio:

  • Función sintáctico-gramatical:
    La música actúa en función sintáctico-gramatical cuando se utiliza para ordenar y distribuir contenidos y secciones, es decir, cuando tiene un carácter organizado.
  • Función programática:
    Aparece cuando la música es el objeto/contenido principal sobre el que se construye toda la programación de una emisora, o, en su defecto, un programa o una sección determinados.
  • Función descriptivo-ambiental:
    La música se presenta ejerciendo esta función cuando, en el momento de describir un lugar, un espacio o un ambiente, su presencia está plenamente justificada, ya que, en verdad, forma parte de la realidad "objetiva" a la que se está aludiendo a través de la radio.
  • Función descriptivo-ubicativa:
    Aparece cuando en la radio se hace uso de una música que, sin pertenecer al ambiente, traslada mentalmente al oyente a un lugar o a un espacio concreto. 
  • Función descriptivo-expresiva:
    En la radio, la música desempeña esta función cuando suscita un determinado "clima" emocional y crea una determinada "atmósfera" sonora. Se usa, en definitiva, para despertar sensaciones y emociones en aquel que la escucha.

Efectos sonoros

La primacía de la voz y la música en la radio de nuestros días enmascara el importante papel que para la producción radiofónica juegan igualmente los efectos sonoros. Se trata, como ahora veremos, de una materia prima esencial para un medio ciego, ya que, entre otras cosas, también ayudan a describir ambientes, lugares y atmósferas, es decir, paisajes sonoros. 

Funciones de los efectos sonoros en la radio:

  • Función descriptivo-ambiental:
    Aparece cuando el efecto sonoro se presenta como un soporte que ayuda a describir un lugar o un ambiente, porque forma parte de él. En esta función, además de situar al oyente, el efecto contribuye a aumentar la credibilidad del mensaje.}
  • Función descriptivo-expresiva:
    Esta función se da cuando el efecto sonoro tiene un valor comunicativo propio, aunque no forme parte de la realidad que se está describiendo. Se trata de un sonido que acentúa el valor simbólico del lenguaje radiofónico, ya que, al igual que sucedía con la música, al escucharlo puede despertar en el oyente sensaciones y emociones. 
  • Función narrativa:
    Existen efectos sonoros que por sí solos evocan una acción, como la apertura de una puerta, el arranque de un coche o los pasos sobre la arena, por citar tres ejemplos ilustrativos. 
  • Función ornamental:
    Se presenta cuando el efecto sonoro tiene un valor puramente accesorio y, en esencia, sólo sirve de refuerzo. A diferencia de los efectos en función descriptivo-ambiental, no son imprescindibles para situar al oyente.

El silencio

En un medio sonoro por excelencia como es la radio, hablar de silencio puede parecer, a priori, ciertamente incongruente. Sin embargo, el silencio forma parte del lenguaje radiofónico y, al igual que los materiales hasta ahora tratados, es capaz de expresar, narrar, describir... El silencio aparece en la radio cuando se produce una ausencia total de sonido, es decir, cuando no hay voz, ni música, ni efectos sonoros, aunque su verdadero sentido sólo podrá ser captado a partir de la relación que la ausencia de sonido guarde con los elementos que la precedan o con aquellos otros que la sigan.

Barranquilla-Colombia | 2020 | 
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